
Ourense, un fin de semana entre termas y tapas
Has llegado hasta aquí con ganas de conocer esta tierra bañada por el río Miño. Quieres saber qué ver en Ourense, dónde comer o de qué manera puede sorprenderte esta gran desconocida de Galicia.
Veamos. Ourense es ciudad termal y gastronómica por excelencia. En torno a su ribera, es posible disfrutar de un relajante baño en pleno contacto con la naturaleza en sus manantiales de agua termal (que además abren en cualquier época del año). Y es también, territorio de buen tapeo, como descubrirás en cualquiera de los numerosos bares y tabernas que pueblan la zona de Os Viños.
Es probable que todo esto te suene ya pero, ¿has oído algo sobre sus otras facetas? ¿Te han hablado de la Ourense monumental, la cultural o la natural? En esta ruta por la ciudad, perfecta para realizar en un fin de semana, trataremos de mostraros todos sus encantos.
¿Pensando en hacer el Camino de Santiago? Esta ciudad es un buen principio de ruta para iniciar el Xacobeo, pues desde aquí, se cumplen los 100 kilómetros hasta Santiago (el mínimo para conseguir la Compostela a pie). El peregrino encontrará en la paz de sus aguas termales, un descanso reparador y un excelente remedio para sus cansados pies.
Qué ver en Ourense en un fin de semana
Los buenos días no serían buenos del todo sin un generoso desayuno. Comenzamos la mañana, entonces, en Café Pacífico con una generosa tostada y un surtido de mermeladas buenísimas. Los más golosos, se verán tentados por su repostería variada.

Después de desayunar bajaremos la calle en dirección al Mirador de San Francisco, que nos ofrecerá una bonita panorámica de la ciudad de Ourense. Luego visitaremos el Cementerio y el Claustro de San Francisco, joya del gótico gallego.

El Claustro fue fundado en el siglo XIV, tras el incendio que arrasó el antiguo convento franciscano de la ciudad, en la actual Plaza del Corregidor. Sobre los capiteles de los 63 arcos de este claustro se encuentran, esculpidos en piedra, bellos motivos vegetales, animales y seres mitológicos, de estilo gótico pero gran influencia románica. En 1951 fue declarado Monumento Histórico-Artístico.
Junto a él se encuentra el ya mencionado camposanto, declarado Bien de Interés Cultural por su rico conjunto escultórico. Aquí reposan los restos de numerosos artistas y personalidades gallegas como Otero Pedrayo, Blanco Amor y Pedro de Oliver.
La emblemática banda de rock Los Suaves lanzó un álbum en 1997 («San Francisco Express») homenajeando a este elegante cementerio. A su vez, en pleno casco histórico de la ciudad, encontrarás una plaza que lleva el nombre de este grupo formado en Ourense.
Continuaremos la ruta por el centro histórico rumbo al corazón de la ciudad, su Plaza Mayor. Antes de llegar, pasaremos por delante de uno de las rincones con más encanto de Ourense, la Plaza del Trigo. Su nombre viene dado por la función que cumplió durante décadas como antiguo mercado de cerámica, plateros y cereales. Merece la pena detenerse unos segundos a admirar su forma irregular, los pórticos y casas hidalgas que la cercan, la Fuente Nueva y las vistas a la fachada sur de la Catedral.
Ahora sí, llegamos a la sorprendente Plaza Mayor de Ourense. Sorprendente, por la inclinación de su suelo y por sus viviendas asoportaladas.
Preside el plano de esta plaza la Casa Consistorial con su fachada clacisista, rematada con reloj y blasón de los Reyes Católicos. Otros edificios singulares que destacan aquí son el antiguo palacio episcopal y la Casa Fermín.
Los viajeros más cinéfilos ya habrán visto esta plaza en la gran pantalla, pues en Ourense se han rodado películas como Los Girasoles Ciegos ( 2008) o A Esmorga (2014).
Salimos en dirección a la iglesia de Santa María Madre para tomar algunas fotografías de la monumental escalinata que conecta la Plaza Mayor con la Plaza de la Magdalena, otra de las más hermosas de la ciudad.
Esta pequeña iglesia probablemente albergó la primera catedral de la ciudad, aunque del templo original solo se conservan las ocho columnas de mármol de su fachada.
Y antes de sentarnos por fin a disfrutar de la deliciosa gastronomía gallega, entraremos a la Catedral de San Martiño para contemplar con asombro el Pórtico del Paraíso, basado en el modelo del pórtico de la Catedral de Santiago de Compostela, aunque a diferencia de este, conserva su policromía.

Tómate tu tiempo para contemplar también la ornamentación de la Capilla del Santo Cristo y la espectacularidad del Altar Mayor.
En el precio de la entrada (5€, 3,5€ para peregrinos) se incluye además la visita al Museo Catedralicio, donde se guarda el tesoro de San Rosendo y el Misal Auriense, y la subida a la torre del campanario, desde el que se divisan unas magníficas vistas.

A un paso de la Catedral, en la calle Juan de Austria, hallaremos uno de los lugares más recomendables para recobrar fuerzas y disfrutar del mejor producto gallego: A Casa do Pulpo. Puedes acompañar la ración de este riquísimo cefalópodo preparado a la manera tradicional (y servido como mandan los cánones, en un plato de madera con palillos) de algún otro manjar típico de la zona, como los pimientos de Herbón, la empanada gallega o las zamburiñas. No olvides regarlo todo con alguno de los vinos de la provincia, que cuenta con cuatro denominaciones de origen: Ribeiro, Ribeira Sacra, Valdeorras y Monterrei.
Y antes de dar por terminada la comida, recuerda que el licor café es muy buen compañero de sobremesa.

No te lo pierdas: Los días 7 y 17 de cada mes (si coincide en domingo, se pasaría al lunes), hay feria en Ourense. Es tradición peregrinar hasta el Campo de la Feria para saborear el pulpo á feira y la carne cocida en caldero.
Si has dejado hueco para el postre, pásate por la pastelería Lugra para probar sus célebres galletas «Burganas» tamaño XXL, su bica y sus filloas.
Tras el banquete, va siendo hora de empezar a descubrir las cálidas aguas mineromedicinales que tanto enorgullecen a la ciudad. Por el camino, os recomendamos deteneros en el bonito patio del Pazo de Oca Valladares (actual Liceo de Ourense) y contemplar, al menos, la peculiar forma cóncava de la fachada de Iglesia de Santa Eufemia, un magnífico ejemplo del barroco gallego.

Vamos, ahora sí, hasta los manantiales de As Burgas, donde nacería el termalismo en Ourense hace más de dos mil años y que aún hoy, continúan manando a más de 60°C. El conjunto, que se completa con fuentes, jardines y diversos vestigios arqueológicos, fue declarado Bien de Interés Cultural en 2007.
Su piscina al aire libre nos permitirá disfrutar de un relajante baño rodeados de historia y arte. Es de acceso gratuito y cuenta con vestuarios, taquillas, sauna húmeda y terraza.
Por otro lado, en el centro de interpretación arqueológica conocerás de dónde provienen las aguas termales, cómo se calientan y por qué se les atribuyen cualidades mineromedicidales. Además, podrás profundizar en su origen y todas las leyendas que lo rodean.
Muy cerca de As Burgas y del lugar que hemos elegido para cenar encontrarás otras dos paradas interesantes: la Iglesia de la Santísima Trinidad y el Belén de Arturo Baltar que se encuentra en la capilla de San Cosme y San Damián. Este singular nacimiento, conjuga escenas navideñas con estampas tradicionales del entorno de la ciudad.
En cuanto el hambre apriete nuevamente nos dirigiremos al restaurante A Taberna, donde llenaremos el estómago en un espacio rústico y acogedor que ha recibido un Sol Repsol, la máxima distinción gastronómica concedida por esta prestigiosa guía.
Su carta rezuma sabores gallegos: vieiras a la plancha, croquetas de centollo, navajas de las rías gallegas, grelos con marisco del Atlántico, tostadas de pan de Cea con pimientos asados y ventresca de bonito, solomillo de ternera, rape a la gallega... Y el apartado de los postres es igualmente apetecible. ¿Quién puede resistirse a terminar una comida con una tarta de queso arzúa al horno o una tarta de filloas con chocolate? Otro acompañamiento ideal para el café de pota con el que deberías cerrar esta maravillosa cena son las castañas en almíbar con zumo de naranja. ¡D E L I C I O S A S!

Ourense, pórtico del paraíso termal
El segundo día, después de un buen desayuno -¿te apetecen unos churros en la Chocolatería Cándido o unos dulces artesanos en Bakery & Coffee Tito?-, cogeremos el bañador, las chanclas y la toalla porque ¡ha llegado el momento de darnos un remojo en las aguas de la ruta termal del Miño!
Hasta ellas podéis llegar a pie, en bicicleta o a bordo del Tren de las Termas que parte desde la Plaza Mayor. En el enlace tenéis toda la información (precio, horarios y recorrido).
En esta ruta, formada por cinco kilómetros de senda peatonal, se concentran las instalaciones termales de A Chavasqueira, O Tinteiro, Muíño da Veiga, la Estación Termal de Outariz, las piscinas de Outariz y Burga de Canedo y la Fuente de Reza.
Algunas son de acceso libre y gratuito, otras tienen horario limitado y cobran entrada (aunque es bastante económica). Este plano te ayudará a ubicarlas todas y a elegir cuáles queréis visitar.
Nosotros os recomendamos entrar, al menos, en las Termas de Outariz. Un circuito termal de dos horas de duración, cuyas aguas están indicadas para combatir males como el estrés, la artritis, los dolores musculares o el reúma.
Podéis realizar alguno de sus dos circuitos termales. En el primero de ellos, el circuito celta, las termas que lo conforman están construidas en piedra, recordando los castros de las antiguas civilizaciones celtas. Está especialmente indicado para eliminar tensiones y contracturas musculares. Por otro lado, el circuito zen, de inspiración japonesa, está construído en madera y piedras ovaladas. Se recomienda para la relajación y la meditación personal.
De regreso al centro de Ourense, podéis cruzar por alguno de los puentes que se elevan sobre el río Miño. Imprescindibles, el Puente Viejo y el Puente del Milenio, símbolos del Ourense tradicional y del contemporáneo, respectivamente.

¿Te atreves a subir los cien escalones de la pasarela peatonal del Puente del Milenio que se eleva hasta 22 metros? La recompensa, unas vistas únicas sobre el río.
Ahora que hay hambre nos dirigiremos a la zona de Os Viños, en el Centro Histórico, para comprobar que la fama de buen tapeo que tiene la ciudad, es merecida. Podemos empezar con el meloso pincho de tortilla del Arco da Vella, seguir con la oreja de cerdo del Bar Orellas o «los pericos» de la Taberna do Perico, y terminar la ruta saliéndonos un poco de lo tradicional con las originales recetas del Tapa Negra o del Restaurante Tízar. ¿Qué os parece?

Y luego… Qué ver en Ourense después de haberlo visto todo:
Tienes varias opciones para despedir la última tarde en Ourense:
➤ Pasea tu cámara por el parque Botánico de Montealegre.
➤ Ve de compras: Ourense es capital de la moda y de la artesanía. Puedes aprovechar también para mimar -aún más- a tu estómago regalándole algún producto gourmet de la tierra.
➤ Entra en alguno de sus museos.
➤ Visita el Conjunto Arqueológico de Santomé.
➤ Conoce Seixalbo, declarado Núcleo de Interés Etnográfico.
Cuando se haga de noche, vuelve a la zona de Os Viños a seguir tapeando y tomar una copa en alguno de los pubs y locales nocturnos de la ciudad. La noche es larga en la «Terra da Chispa»…
Y, como siempre, os dejamos el mapa de la ciudad para que no os perdáis ninguna de nuestras recomendaciones. Esperamos que disfrutéis del agua, el patrimonio, la historia y la excelente gastronomía de Ourense.

