Desayunar en Oporto
EUROPA,  PORTUGAL

Los desayunos más dulces de Oporto que no te puedes perder

¿Dónde desayunar en Oporto?

Despertar en Oporto es una delicia (literalmente) cuando sabes que te espera uno de los mejores desayunos del mundo: Torradas (tostadas) enormes, pasteles de nata, cruasanes, eclairs, tartas… La ciudad es un paraíso para los golosos y un infierno para los diabéticos. Ya te contamos dónde podías comer sus platos más típicos. Ahora, nos centramos en su faceta más dulce. Estos son algunos de los desayunos de Oporto que te harán saltar de la cama a la velocidad del rayo. Mejor despertador, no existe.

Confeitaria do Bolhao (R. Formosa 339):

Esta confitería es una de las más famosas de Oporto por sus pasteles de nata, pequeños pasteles de hojaldre rellenos de crema que seguramente hayas probado más de una vez. ¡Es el dulce más popular del país vecino!

Te recomendamos además que pruebes los cruasanes de este lugar porque son para tocar el cielo. No son hojaldrados, llevan mucha mantequilla, rebosan esponjosidad y dulzura. Se asemejan más a un pan de leche o a los famosos Manolitos madrileños que a los cruasanes tradicionales a los que estamos acostumbrados a encontrar en las dulcerías españolas.

Desayunar en Oporto - Jesuitas

Confeitaria Moura (R. de Rodrigues Sampaio 115):

La Confeitaria Moura, abierta en 1892, lleva endulzando el paladar de los portugueses desde entonces con sus míticos jesuitas. Se trata de un pastel triangular de hojaldre cubierto con un glaseado crujiente de azúcar. Seguro que a los de Bilbao les resulta familiar, pues allí también es puede encontrarse fácilmente en cualquier pastelería de toda la vida. Y es que según cuentan, este dulce fue creado por un pastelero bilbaíno hace 125 años.

En esta pastelería, los jesuitas son elaborados diariamente de manera artesanal y siguiendo la receta original. Si pasáis por aquí, probad también los limonetes, la segunda especialidad de esta casa. Están elaborados con la misma masa y rellenos de crema pastelera.

desayunos oporto eclairs

Leitaria da Quinta do Paço (Praça Guilherme Gomes Fernandes 47):

Presumen de vender los mejores eclairs de Oporto desde 1920. Probablemente no les falta modestia pero tampoco razón. Al probar estos dulces pastelitos (con o sin relleno) de masa suave y tierna, te parecerá estar llevándote a la boca una esponjosa nube de chocolate, de limón, de caramelo, de nata. O del sabor que más te guste, las opciones son múltiples.

Para acompañar -que no rebajar- los eclairs, te recomendamos pedir algunas de sus especialidades frías o calientes como el frapuccino de Baileys, el café o chocolate caliente con chantilly o el caramel macchiato. Y después de esta opíparo desayuno, a patear Oporto como si no hubiera un mañana. Que si no mata, engorda.

Mercador Café Oporto

Mercador Cafe (R. das Flores 180):

Otro de mis lugares favoritos para desayunar en Oporto es Mercador Café, en la concurrida pero encantadora Rua Das Flores.

Tienen café del bueno, tostadas y repostería casera. Sus tartas son su mayor reclamo, sobre todo la de galleta («bolo de bolacha»), un clásico atemporal en las cartas de postres portuenses. En este caso, no sigue la receta tradicional. Han sustituido la crema de mantequilla y café por una de chocolate y se remata con una fina capa de chantilly sobre la que espolvorean cacao en polvo. El sabor es algo más suave que el de la tarta original y también la textura es más húmeda, menos crujiente.

Y un último apunte: Aunque pocos lo destacan, nos parece uno de los mejores sitios para probar los pasteles de nata.

Amarelo Torrada Oporto

Amarelo Torrada (R. de José Falcão 29):

Clara y sucintamente: Aquí he desayunado las mejores tostadas de mi vida. Ahí es nada.

Aquí, puedes elegir entre cuatro tipos de panes diferentes, todos increíblemente buenos: chapata, cereales, nueces y avellana. La ración está compuesta por dos generosas tostadas servidas con mantequilla, tres tipos de mermelada casera y/o nutella.

Os lo decimos de corazón, un desayuno como este es capaz de dar gusto a todos los paladares. Incluso a los más exigentes. Cuando lleguen las tostadas a tu plato, calentitas y crujientes, es probable que termines cantando: Oh, dulce misterio de la vida, al fin te he encontrado.

¿Conoces más sitios para desayunar en Oporto? Somos todo oídos -y estómagos rugiendo-.

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