
Descubriendo la Ruta del Vino de Valdepeñas: todo lo que puedes hacer
La Ruta del Vino de Valdepeñas se creó en 2018 en torno al producto por el que más se conoce a esta zona de Castilla-La Mancha.
Su paisaje circunscrito por kilómetros de vides y olivos invita a bebérselo con los ojos.
En este entorno han echado raíces bodegas grandes y pequeñas, casas de comida que magnifican los productos de la tierra, alojamientos con encanto donde sentirse mejor que en la propia casa… En total, esta Ruta del Vino cuenta con una veintena de empresas, desde enotecas hasta restaurantes con estrella Michelin, para conquistar a los vinófilos de paladar más curioso. Como el de esta servidora.
Bienvenidos a la Ruta del Vino de Valdepeñas
Siempre he estado en buenas relaciones con Baco. Será por esa cosa tan del vino de resaltar el lado amable de quien lo prueba, o tal vez por simple asociación -me he acostumbrado a celebrar las cosas con una copa de este brebaje celestial y solo puedo ligarlo a momentos alegres-.
Por eso, en los viajes de enoturismo me encuentro en mi salsa. Con ese equilibrio perfecto entre el furor y la calma, con mis escasas habilidades sociales en su punto óptimo de afinación, y la apetencia de volver a decir que sí a todo. Achisparse para recuperar la chispa.
Pero vayamos al viaje que nos ocupa:
La Ruta del Vino de Valdepeñas puede sacar pecho por sus bodegas, patrimonio, productos y alojamientos. Pero lo que más me ha gustado de este viaje ha sido la gente de nariz y corazón sensibles que hay detrás de todo eso. Una sensibilidad que pasa del viñedo a la barrica -o al tanque, o a la tinaja-, y de ahí a la botella. Eso es lo que acaba calando.
¿Qué bodegas puedes visitar en la Ruta de Vino de Valdepeñas?
Bodegas Felix Solís:
Un buen lugar para empezar esta ruta es el impresionante almacén robotizado del Grupo Félix Solís. Un gigante bodeguero que, a pesar de contar con una de las más modernas plantas de elaboración y embotellado, no ha perdido su esencia de empresa familiar desde 1975.
Conocer de primera mano el trabajo humano y tecnológico que hay detrás de su producto, es imprescindible para saber apreciar sus vinos: de calidad, reconocibles y accesibles. Seguro que has probado ya su marca más destacada, Viña Albalí.
Gracias a ellos, la ciudad de Valdepeñas puede decir que alberga el almacén de barricas de vino tranquilo más grande del mundo, con una capacidad de hasta 130.000 toneles.
Cooperativa de Valdepeñas (COOVIVAL):
El sueño de unos pocos agricultores en 2016 se transformó en lo que es ahora mismo la realidad de muchos, la única cooperativa vitivinícola de Valdepeñas, que cuenta con 12 hectáreas de viñedo y más de 1.000 barricas donde crían sus vinos.
Para conocer todo este proceso de elaboración y crianza, ofrecen un recorrido guiado por sus instalaciones, que termina en su molino de viento manchego donde poder degustar alguna de sus referencias. De todas ellas, me gustaría destacar su mosto parcialmente fermentado Malala. Una bebida dulce, refrescante y alegre que pretende encandilar a los más jóvenes e introducirles en el mundo del vino.
Bodegas Navarro López:
Con un carácter familiar y un gran respeto por la tradición, esta bodega es de las que mira al pasado para construir su futuro. Sus más de 100 años de historia la convierten en una parada obligatoria para profundizar sobre los orígenes y secretos de la vinicultura tradicional.
Y si bien en la actualidad no elaboran sus vinos aquí, continúa utilizándose para diversas actividades enoturísticas.
Si las paredes de su sala de tinajas centenaria y la cueva donde reposaban sus vinos hablasen, no sería necesaria la visita guiada que ofrecen a los que vienen con sed de secretos. Una experiencia muy interesante que finaliza, cómo no, con una cata comentada.
Bodegas J. A. Megía e Hijos:
En estas bodegas saben lo que quieren y lo que tienen que hacer para conseguirlo. Por eso, no prensan la uva -lo que permite preservar las características principales del fruto-, obteniendo un producto muy singular que puede presumir de carácter (y varios premios).
Una de las cosas que esta Ruta del Vino te enseña, es que hacer un producto de calidad estándar no es una tarea muy complicada. Pero obtener un vino nuevo, que despierte algo diferente en quien lo prueba, tiene mucho mérito. Y trabajo duro detrás.
Dos vinos de Corcovo que no te puedes perder: el blanco airén 24 barricas (muy fino y elegante, de edición limitada) y su tempranillo crianza (que se sirvió en la boda de los reyes Felipe y Letizia).
¿Qué más puedes hacer Ruta del Vino de Valdepeñas?
Oleoturismo en Colival:
Visita la almazara para conocer todo el proceso que hay detrás de uno de los mejores AOVES del mundo, y completa la experiencia con una cata en la que aprenderás a apreciar y diferenciar las variedades principales (Picual, Cornicabra y Arbequina).
En la tienda podrás comprar el que más te haya gustado (este fue mi favorito, por si te pica la curiosidad).
Museo del Vino de Valdepeñas:
La mejor manera de comprender la historia y la tradición de la DO Valdepeñas, es visitando su Museo del Vino.
En la Nave de Tinajas, se exhiben las máquinas y utensilios que a lo largo de los años se han utilizado para la elaboración del vino: la báscula, el jaraíz, el chilanco, la tinajilla del bodeguero… También podrás contemplar cuadros y fotografías que te harán viajar en el tiempo.
El museo es accesible para todas las personas con alguna discapacidad visual, auditiva o con problemas de movilidad.
El mejor souvenir en la enoteca 11 Ánforas:
Muy resumidamente podría decirse que es una enotienda y un espacio de catas dedicado a la difusión del vino local. Pero cualquier definición, por extensa que fuera, se quedaría corta. 11 ánforas es un lugar muy especial.
Con una filosofía familiar y sostenible, reúne 140 referencias de vinos propios y de amigos, entre las que se encuentran joyitas como El Linze (único vino español que llegó a colarse en el top 50 de la cata anual de Andreas Larsson, uno de los mejores sumillers del mundo).
Aunque el verdadero tesoro de 11 Ánforas es Federico Lucendo. Ponte en sus manos y lo descubrirás que sabe transmitir su pasión y el espíritu del vino como nadie.
Descubre el Patrimonio de los pueblos pertenecientes a la ruta:
Mézclate con sus gentes, piérdete por sus calles y déjate atrapar en los diferentes municipios que forman parte de esta Ruta: Moral de Calatrava, San Carlos del Valle, Santa Cruz de Mudela, Torrenueva y Valdepeñas.
¿Dónde cómer en la Ruta del Vino de Valdepeñas?
La Antigua Bodega Los Llanos:
La Antigua Bodega Los Llanos, además de una completa y apetecible carta (¡maravillosas las mollejas de cordero lechal!), encierra un tesoro bajo tierra: una impresionante cueva excavada a mano con casi 2.000 metros de galerías.
A ella podéis bajar libremente cuando paséis por allí o asistir a alguna de las catas que organizan.
Restaurante San Antonio:
Una gran opción para saborear lo mejor del recetario manchego: pisto, migas, tiznao, gachas…
Mis ‘hits’ de la degustación que pudimos hacer: el surtido de quesos, la ensalada de perdiz y las carrilleras. De quitar el hipo.
La Venta del Comendador de la Villa de Valdepeñas:
Platos tradicionales, sabrosos y contundentes. Se nota que manejan un buen producto, porque algo tan simple como unas verduras a la plancha consiguen hacerse un hueco privilegiado en tu memoria gustativa. Tampoco te pierdas su revuelto de morcillejas de Valdepeñas o el lomo de ciervo con puré de manzana.
Podrás rebañar los platos con un riquísimo Pan de Cruz de trigo candeal o con su original Pan del Comendador elaborado con vino de Valdepeñas y aroma de tomillo.
¿Dónde alojarse en la Ruta del Vino de Valdepeñas?
Para descubrir y saborear esta ruta como se merece, hace falta descansar bien. La hospitalidad y la tranquilidad están aseguradas, sin importar el presupuesto.
Si estás buscando un alojamiento familiar y con alma en el mismo centro de Valdepeñas, Aloque Posada (€) es tu lugar. En cualquiera de las once habitaciones de esta casa típica manchega pasarás una noche muy agradable.
¿Que prefieres algo un poco más moderno? El Hotel Veracruz Plaza (€€), también en el centro histórico de la ciudad, tiene prácticamente todo lo que se le puede pedir a un hotel, incluyendo las dos cosas que más agradecerás: un completo buffet de desayunos para comenzar el turismo con energía y un spa en el que relajar el cuerpo y la mente al final del día.
Para completar las opciones, te propongo el Hotel La Caminera (€€€). Un oasis de calma a las afueras del municipio de Torrenueva. Sus enormes habitaciones, su piscina de ensueño, su restaurante Retama con una estrella Michelin… Todo está pensado para enamorarse. Si puedes darte el capricho, no lo dudes.
Este artículo ha sido posible gracias a la colaboración de Ruta de Vino de Valdepeñas durante el blogtrip #ViveRutaVinoValdepeñas. Todas las opiniones vertidas en este blog son independientes y están basadas en nuestra percepción real.

