
Bolonia en clave gastro: Nos comemos la ciudad más «grassa» de Italia
¿Llegas hasta aquí con hambre de conocer Bolonia? Pues estás de enhorabuena, porque esta ciudad es como un parque de atracciones para comedores profesionales. En este post vamos a recorrela en clave gastro y te descubriremos dónde comer en la ciudad más grassa de Italia.
Dónde comer en Bolonia «la Grassa»:
Con todo lo que tiene Bolonia -torres para tocar el cielo, kilómetros de soportales, arte urbano, la universidad más antigua de Europa, fuentes monumentales, rincones secretos…- tiende a quedar eclipsada por sus grandes vecinas. A primera vista puede parecer normal, es difícil sobresalir como ciudad en un país que ya es sobresaliente. Pero si hay un apartado en el que esta ciudad puede competir, e incluso eclipsar a las demás, es el de la comida.
La gastronomía boloñesa juega en primera división y, como el amor que inspira, «quien lo probó lo sabe».

5 especialidades boloñesas que TIENES que probar
Tortellini:
El oro de Bolonia. Imprescindibles los tortellini in brodo (en caldo) y con crema de Parmiggiano. Aunque puedes encontrarlos en la versión que prefieras, como fritos con salsa o hasta de chocolate.
Tagliattele al ragú:
Sí, se trata de esa salsa de carne que fuera de Italia conocemos como boloñesa y que, normalmente, de boloñesa solo tiene el nombre. Aquí los tagliattele al ragú son un asunto muy serio. Tan serio que la receta original se conserva cuidadosamente en la Camera di Commercio di Bologna desde 1982.
Si tienes curiosodad, puedes encontrarla aquí.
Prueba también… ¡La lasaña verde a la boloñesa con relleno de ragú!
Mortadela de Bolonia:
La mejor mortadela del mundo. Si estás actumbrado a la versión con aceitunas de los supermercados, tu paladar se va a llevar una agradable sorpresa. ¡No se parecen en nada!
Prueba también.. La spuma di mortadella alla bolognese, una especie de paté untable tradicional de Emilia Romagna.
Crescentina:
La tigella o crescentina es un pan típico de la zona de los Apeninos de Modena y Bolonia. Se sirve habitualmente caliente, semiabierta, para preparar bocadillos dulces y salados. Es comida callejera, económica, de aperitivo.
Gelato:
Viajar a la capital del helado y no comerlo, debería ser considerado un pecado. Pídelo en vaschetta, cestina, en cucurucho o dentro de un brioche.
¿Dónde comer en Bolonia? Nuestras recomendaciones
Para desayunar:
¿Eres un amante amantísimo del café de especialidad? En Aroma encontrarás el cold brew, el flat white o un goloso capuccino con el que empezar el día de la mejor manera. Déjate tentar por su granita de café de especialidad si viajas en verano. O acaramélate con su bebida estrella, el café Fiordilatte. Para comer, puedes elegir entre tortitas, crepes y brioches.
En el Forno Brisa, su escaparate de cruasanes etéreos y napolitanas de chocolate del bueno te hará salivar desde el primer momento. El café también merece la pena y es muy buena opción para llevar, ya que sus locales suelen ser reducidos hasta el espachurramiento (alguno hay con terraza). Siéntate en una plaza o parque y disfruta con calma del sabor de la mantequilla en el interior de tus carrillos.
Y por último, un clásico que parece detenido en el tiempo desde hace varios años, el Caffè Terzi. Sus mesas desprenden sencillez y encanto. Su colazione más demandada es un capuccino con chocolate negro rallado y un cruasán, una crostata o una pasta artesanal.

Para el aperitivo:
Como ciudad joven, universitaria y callejera, el mejor ambiente se concentra a la hora aperitivo. Sobre las 6 de la tarde, los soportales de Bolonia empiezan a oler a mortadela -y a diversión-. La comida más espontánea y distendida del día sirve para abrir el estómago, pero puede alargarse hasta la hora de la cena.
Callejea y toma asiento donde más te guste. O si prefieres ir a tiro hecho, prueba las tablas de la Salumería Simoni Lab y su cata vertical de Parmiggiano. O las tigelle de Zerocinquantuno regadas con un buen vino blanco emiliano.
En el Mercato delle Erbe, el mercado gastronómico con más movimiento, también encontrarás muchísimas opciones más para la apericena. ¿Que buscas algo más local? Osteria del Sole (solo sirven bebidas alcohólicas, pero puedes llevar tu propia comida) o Marsalino.
Y en la zona Pratello -preferidísima de esta que escribe- tenéis un montón de opciones más: Macondo, Barazzo… Te diría que parases donde te dicte el instinto, la sed, o el cansancio.
Comida tradicional y casera:
En la zona de la Bolognina, los taggliatelli al ragù -también los de jamón y cebolla- de La golosittá di Nonna Aurora hacen que el paseo desde el centro de la ciudad merezca la pena. Como su nombre deja intuir, es un discreto restaurante costumbrista, un refugio de la idiosincrasia boloñesa de comida rica y casera.
Si no quieres ir tan lejos, en la Trattoria Gianni también encontrarás platos tradicionales y sabrosos como la mousse de mortadela o los tortellini in brodo o alla panna. Suele estar bastante concurrido, por lo que tendrás que reservar.
No son las únicas direcciones a tener en cuenta, llevábamos apuntadas algunas más. Probarlas todas en tan pocos días nos resultó imposible, pero por lo que hemos escuchado, también se debe comer más bien que mal en: Ristorante al Cambio, Grasilli y All’Osteria Bottega.
Y si antes no he nombrado la Osteria dell’Orsa es porque creo que ya lo hacen todos. Seguramente con razón, ¿eh? Si no te importa hacer un poco de cola, es una opción para probar los clásicos de la gastronomía boloñesa a precios populares. Es uno de los restaurantes más queridos por los estudiantes universitarios.

Finger food a la italiana, una parada rápida para comer en Bolonia:
Volvemos a la Vía del Pratello para saciar el apetito y nuestra curiosidad antropológica. Si te gusta hacer vida en la calle, comer con las manos y cerrar los bares, estás en el sitio adecuado.
Apunta nuestros lugares favoritos de «comida rápida» a la italiana:
Indegno – La Crescentina 2.0: Crescentine fritas bien rellenas con productos típicos de Bolonia como la onmipresente mortadela, el jamón de Parma, el queso Squacquerone di Romagna o la Scamorzza ahumada. ¿Por qué nos encanta? Porque también tiene cervezas artesanas, opciones dulces y veganas y el acompañamiento perfecto: sus tortellini fritti con crema de parmesano. Si parece una bomba es porque probablemente lo sea. Para nuestra sorpresa, no nos resultaron nada pesados ni aceitosos. Se comen como pipas.
Zapap: Esto es un plan sin fisuras: Pizza y cerveza artesana en la terraza de una de las calles más animadas de la ciudad. Masa ligera, precio económico, gente amable.
Pasta Fresca Naldi: La tradición, la ternura y el esplendor de la región de Emilia-Romaña se cocinan en este local. ¡Y también buena pasta, claro! Sus tortelloni rellenos de calabaza, su lasaña y su panna cotta bien merecen la fama que tienen. Solo disponen de opción para llevar, pero puedes consumir tus tuppers en el bar de enfrente (Barazzo) pidiendo cualquier bebida.

Para el postre:
Un paseo comidista por Bolonia la Grassa no está completo sin su parada para el helado. Es realmente complicado encontrar uno mediocre en Italia, así que si quieres jugar la carta del azar, las probabilidades están a tu favor.
¿Crees que no tienes tiempo ni calorías que perder y prefieres asegurar? El que a mí más me ha gustado (de Bolonia, de Italia, DEL MUNDO), lo probé en la heladería Cavour. Si vas, nos cuentas.
Más experiencias para seguir disfrutando de la gastronomía:
- Haz un tour gastronómico.
- Visita FICO Eataly World.
- Llévate a casa todo el sabor de Emilia Romagna: ¿Por qué terminar el viaje antes de que acabe? Los souvenirs comestibles son los mejores souvenirs. Deja espacio en la maleta y dedica un par de horas para comprar mortadella, queso, tortellini de chocolate.
Gracias a las muchas recomendaciones para comer en Bolonia que nos facilitaron el arduo trabajo de investigación. ¡Al final ha sido divertidísimo! Si tienes alguna más, no dudes en dejar tu comentario.


Un comentario
De Madrid a USA
Que montón de comida deliciosa. Espero que tengan algo sin gluten por que tienen una pinta estupenda.
Muchas gracias por compartir esta información.