
Razones gastronómicas para visitar Logroño: Mucho más que la Laurel
Logroño es mucho más que la calle Laurel. Es una de las ciudades más felices de España. Es cómoda, hospitalaria. Y sí, se come bien y se bebe aún mejor. Es en definitiva, un destino de fin de semana di-vino. Para muestra, basta un botón (o la imagen que abre este post) pero queremos daros más. He aquí unas cuantas razones gastronómicas para visitar Logroño.
Razones gastronómicas para visitar Logroño
- Las míticas tapas de la Senda de los Elefantes: Sobrenombre por el que es conocida la Calle Laurel, la zona de pinchos más emblemática de la ciudad. ¿Por qué? Bueno, después de recorrer la Laurel tomando un vino en cada uno de sus bares es muy probable que acabes trompa y andando a cuatro patas… Hay muchísimos bares con solera en esta calle (y sus aledañas) y la variedad de sus pinchos y tapas es inmensa. Míticas son las patatas bravas del Jubera, los champiñones del Soriano, el Tío Agus del Bar Lorenzo, la zapatilla del Villa Rica, y el matrimonio de Blanco y Negro. ¡Y los jueves hay Pinchato! Un pincho y un chato de vino o corto de cerveza por 2€. Así que los «juernes» todo el mundo a la Laurel.
- Las barras de pinchos: Además de los locales clásicos que cuentan con su especialidad existen bares más modernos con tapas creativas y unas barras con una oferta para babear. Se encuentran principalmente en dos calles muy cercanas a Laurel: San Agustín y San Juan. Os recomendamos las barras de pinchos de Tastavin, Torrecilla, La Taberna del Tío Blas, Umm y Pasión por ti. La mayoría de los locales también tienen pinchos dulces, de postre. Más abajo, en este mismo post, os especificamos todos los pinchos de Logroño que hemos probado, dónde ha sido y cuánto nos han costado.
- Tondeluna, el gastrobar low cost de un chef con estrella: Francis Paniego, al frente de El Portal de Echaurren (un dos estrellas Michelín en la localidad riojana de Ezcaray), propone en Tondeluna unos menús más sencillos y económicos pero igualmente deliciosos. Con productos de temporada y de la tierra. En la carta, raciones para compartir en largas mesas de madera con vistas a la cocina abierta y un aperitivo de lo más original: Unos cubos enormes de mantequilla y pan (¡del rico, rico!) para untar. Todos los platos que pedimos (croquetas, pimientos riojanos, el carpaccio de gamba sobre tartar de tomate, la ventresca de bonito a la brasa, el solomillo a la pimienta y el pastel de requesón) estaban deliciosos. Con copa de vino, copa de cerveza y botella de agua, pagamos 64 euros. Calidad-Cantidad-Precio, fenomenal.
- El granizado de vino y el sorbete de zurracapote: El granizado de crianza es la bebida más famosa, dulce y deliciosa de La Taberna del Tío Blas. Por su parte en Pasión por ti tienen un capricho igual de delicioso, el sorbete de zurracapote. Para los que no lo sepan, el zurracapote es una bebida con base de vino tinto, canela, azúcar y diferentes frutas como limones o melocotones. Somos unos golosos.
- Los helados de della Sera: Con sabores tan originales como el de queso de cabra con arándanos -delicioso-, sombra de Higuera o vino blanco. Déjate aconsejar y si tienes dudas, pide que te dejen probar un poco.
- Las bodegas de La Rioja: ¡Ay, el vino de Rioja! Cerca de Logroño hay muchísimas bodegas que merecen una visita (Ontañón, Viña Real, Marqués de Murrieta, Faustino…) pero si no disponéis de coche podéis visitar las Bodegas Franco Españolas en la misma ciudad. La visita dura aproximadamente una hora y media (es muy completa y la bodega enorme) y cuesta 12 euros por persona con la cata de dos vinos. Nos encantó conocer la historia de estas bodegas que han recibido visitas tan ilustres como la de Hemingway o Alfonso XIII. Pasear entre cubas y barriles, contemplar fotografías históricas y anuncios clásicos, ver dos enormes cepas anteriores a la filoxera, conocer el cementerio o biblioteca con los vinos más especiales, visitar la sala de Las Meninas con una curiosa recreación del cuadro de Velázquez y por supuesto catar dos vinos deliciosos (Rioja Bordón y Barón D’Anglade). Es una visita imprescindible.
- La huerta riojana: Sus vinos gozan de merecida fama pero la riqueza de los productos de la huerta riojana procedentes de los valles regados por el río Ebro no se queda atrás. Las mejores verduras, hortalizas y carnes del ganado criado en la sierra se pueden encontrar en el Mercado de San Blas. Productos frescos y de temporada para llenar la despensa. Pero además, en Logroño a lo largo del año se celebran otros mercadillos y festivales gastronómicos para deleite de los más foodies como el Concurso de Pinchos de La Rioja que tiene lugar en febrero o la Feria de la Trufa en junio.
- Los productos de calidad de La Rioja:Vamos a recomendaros dos tiendas de barrio (que además están en pleno centro y abren el domingo) y un establecimiento gourmet que nosotros no pudimos visitar pero que dispone de una sugerente tienda online que nos ha conquistado. La primera de todas es La Golosina (c/Portales, 5), una golmajería que desde 1946 satisface a los logroñeses, peregrinos y turistas más golosos. Aquí encontrarás los dulces más típicos de La Rioja: mazapanes de soto, pastillas de cafe y leche El Logroñés, frutas de La Rioja bañadas en chocolate, bombones artesanos, mermelada de zurracapote y mucho más. Muy cerquita de aquí, en el número 3 de la misma calle, nos encontramos con La Luci, otra tienda de productos típicos de la región. De este lugar te llamarán la atención los quesos de Tondeluna, el embutido y la cantidad de productos realizados con vino de La Rioja que tienen (sal de vino, mermelada de vino, embutidos con vino…). Y por supuesto, botellas de Rioja y de cerveza artesanal. Y por último, quería hablaros sobre De Torre Gourmet, con productos exclusivos y regalos gourmet con mucho estilo. Cuentan con delicatessen de todo el mundo pero su sección de Gastronomía riojana es la que nos ha conquistado: patés, pimientos, embutidos, chocolate, galletas, mazapanes, riojanitos… Y la cerveza Mateo & Bernabé, la primera artesanal de La Rioja. No la hemos probado, pero queremos hacernos con unas cuantas solo por coleccionar los preciosos botellines en los que viene.
- Y mucho más… Logroño y La Rioja tienen muchísimo más que ofrecer en materia enogastronómica pero para descubrirlo necesitaríamos mucho más que un fin de semana: Celebrar con pan y vino las fiestas de San Bernabé en junio (patrón de la ciudad), visitar el mejor museo de vino del mundo a solo media hora de Logroño, hacer catas por las bodegas de Elciego y Laguardia, subir al tren del vino… ¿Os apuntáis a hacer un road trip por La Rioja y descubrir muchas más razones? Pues avisadnos, que nos vamos con vosotros.
Nuestro fin de semana en pinchos: Calle Laurel y alrededores
El Canalla (c/Albornoz 1): Dos cañas y pincho de tortilla: 5,80€.
Torrecilla (c/Laurel, 15): Caña, vino blanco, pincho de foie con mermelada de cebolla y pincho de magret de pato: 8,90€. Dos de los mejores pinchos que probamos. Ojo también a su Final Feliz, uno de esos pinchos dulces que os comentábamos antes y que os puede llevar al orgasmo gastronómico: frutas con chocolate y minicopa de cava o semi-dulce.
Umm (c/ Marqués de Vallejo, 10): Dos vinos blancos, tapa de albondigas y tapa de tataki de atún: 8,90€. Buena barra de pinchos y muy ricos los que probamos.
La Taberna del Tío Blas (c/ Laurel, 1): Granizado de vino, caña y pinchos de croqueta de espinacas y piñones y de pulpo: 9,90€. El pulpo estaba especialmente rico y el granizado fresquito y sorprendente.
Bar Soriano (Travesía de Laurel, 2): Dos cañas y dos pinchos de champiñones: 5€.
Bar Lorenzo (Travesía de Laurel, 4): Dos cañas y dos Tío Agus: 5,40€.
Torres Gastrobar (c/ de San Juan, 31): Dos cañas, hamburguesitas de kobe y bocatita de calamares: 10,10€. Aquí los pinchos son un poco más caros que la media pero estos dos (por lo menos) lo valen. Están riquísimos.
La Canilla (c/ San Agustín, 7): Dos cortos y pincho de entrecot: 5,50€. Grande (para compartir), tierno, sabroso.
La Anjana (c/San Agustín, 8): Copa de vino blanco, corto, pincho de solomillo al foie y pincho de salmón al pesto: 7,50€. Famoso por sus solomillos (al foie y con salsa rocquefort), están bastante buenos.
Pasión por Ti (c/Laurel, 5): Pincho Trufoie, pincho pasión de cristal, sorbete de zurracapote y coulant de chocolate: 13,50€. El postre, lo mejor.
Dejamos pendientes para una segunda visita: Las cubanas, Bar Calderas, Bar Sebas, Los Rotos, Villa Rica y Tastavin. ¡Y aceptamos nuevas recomendaciones!
Aquí, los bares señalados en un mapa. En azul los que conocemos, en naranja los que nos han recomendado pero no hemos probado aún:
¿Te hemos convencido con estas razones gastronómicas para visitar Logroño? Pues hay más.
Qué hacer en Logroño
Que no se diga que aquí hemos venido solo a comer y beber. A continuación os dejamos un listado de lo más destacado que se puede hacer en la ciudad. Os recomendamos acercaros a la Oficina de Turismo para que os aconsejen mejor y os informen de las visitas guiadas por el centro histórico.
- Concatedral de Santa María la Redonda
- Iglesia de San Bartolomé
- Iglesia Santiago el Real y Juego de la Oca con motivos relacionados con el Camino de Santiago
- Casa Museo de las Ciencias
- Museo de la Rioja
- Parque del Espolón
- Cubo de Revellín (Murallas de Logroño)
- Paseo de las 100 tiendas
- Los Puentes (de hierro, de piedra, el tercer puente y el Práxedes Mateo Sagasta)
- Café Moderno (con su propio himno)
- Vivir la noche logroñesa: Nos impresionó la cantidad de pubs de estilo irlandés que encontramos en Logroño. Con cervezas internacionales y agradables terrazas, ideales para los amantes del zumo de cebada. Para seguir la noche, hay locales con mucho ambiente y una decoración sorprendente (también hay algo de postureo, es inevitable) como el Wine Fandango o el Casablanca Café Pub.
Cómo llegar y dónde alojarse
A Logroño se puede llegar en avión, en tren, en autobús (nuestra opción) o en coche particular. Esta última posibilidad, si no queréis veros limitados al centro de la ciudad, es la mejor alternativa. Si solo tenéis pensado hacer una escapada corta de uno o dos días para conocer Logroño, el autobús es el medio más económico. El trayecto dura unas 4 horas, prácticamente lo mismo que en tren.
Para llegar por carretera desde Madrid (330 km) la opción más rápida es tomar la A-2 hasta Medinaceli y luego la N-111 hasta Logroño.
En cuanto al alojamiento, Logroño es una ciudad pequeña pero cuenta con varios hoteles, hostales y pensiones en el centro de la ciudad para todos los presupuestos. Te aconsejamos alejarte un poco de la calle Laurel a la hora de buscar sitio para dormir. Si no, el ruido y el jaleo de esas zonas te acompañará a todas horas.
Nosotros, por comodidad y precio, nos decantamos por alquilar un apartamento en Airbnb a 10 minutos andando del barrio de tapas. Si os decidís por esta opción, pinchando aquí tendréis un descuento de 25€ en vuestra primera reserva de Airbnb. Y con ese dinero, os vais de pinchos.
Nosotros volveremos. Quizá no por su arquitectura, por sus parques o por sus tiendas. Regresaremos porque Logroño nos ha conquistado por el estómago. Y con eso basta.


3 Comentarios
MurZielaGa
¡Uoooooo! Ya me habían dicho que Logroño merecía mucho la pena por su gastronomía… pero no me imaginaba que tanto! Me guardo el post para ir! Muchas gracias! 🙂
Alba
Gracias por comentar, Ara 🙂 Si te gusta comer sí que merece mucho la pena!
Carmen Viajes y Rutas
Pues voy de vez en cuando a Logroño y te aseguro que aunque conozco unos cuantos sitios de tapas, acabo yendo siempre a los mismos, así que tomo buena nota paea mi próxima visita. Un saludo
Carmen