Comer en Cuenca
CASTILLA LA MANCHA,  ESPAÑA

Tres maneras de acercarte a la gastronomía conquense según tu presupuesto

La gastronomía es una forma más de entender un lugar. Cuenca, por ejemplo, sabe a campo y a monte, a recetas pastoriles y contundentes que han resistido el paso de los siglos. A ingredientes humildes que, en manos cariñosas y expertas, se pueden convertir en manjares. Como el morteruelo, un paté manchego espeso y especiado, que en cada bocado cuenta una historia de inviernos duros y mesas compartidas.

A continuación te contamos dónde comer en Cuenca, sea cual sea tu presupuesto. Si es tu primera vez aquí, mejor que vengas con hambre.

Dónde comer en Cuenca: tres maneras de saborear su gastronomía, según lo que te quieras gastar

Un restaurante con estrella Michelin donde degustar el legado culinario de los antepasados con técnicas y gustos de ahora; un comedor gastronómico con influencias internacionales y una relación calidad-precio imbatible; o una taberna donde acercarte a los platos más emblemáticos de la cocina popular de Cuenca. Aquí tienes tres lugares diferentes —todos satisfactorios— para comer en Cuenca:

Comer en Cuenca Casas Colgadas

Casas Colgadas, mirando la cocina conquense del pasado para crear la del futuro (€€€)

Si hay un restaurante que eleva la gastronomía de Cuenca al más alto nivel —metaforica y literalmente—, es el estrella Michelin Casas Colgadas, ubicado en este espectacular edificio histórico. Aquí, Jesús Segura recoge los productos y las recetas locales que llevan siglos en la memoria colectiva y les da un giro actual desde el respeto y las ganas de que la cocina de esta tierra no se olvide.

Nosotros elegimos el menú corto, Volver (70€), que propone un viaje de 10 pasos con un mismo punto de partida: mirar atrás para poder avanzar. También existe la opción larga (Cocinamos Cuenca, 95€), con 15 platos que recorren el presente de la cocina local.

Aquí disfrutamos justo de lo que veníamos buscando: platos bonitos y bien ejecutados, ingredientes que hablan del entorno —brotes, setas, frutos secos— y algo de caza. Los postres que degustamos —algarrobo y druida— son de los que hacen brillar los ojos.

Comer en Cuenca Olea Comedor

Olea Comedor, un restaurante con alma internacional y muy buenas ideas (€€)

En Olea Comedor todo gira en torno al disfrute del que se sienta a la mesa (y ese puedes ser tú).

Al frente se encuentra el chef Eduardo Albiol —formado junto a Albert Adrià en Tickets—, desplegando una propuesta muy suya: ingredientes de aquí y de allá, con técnicas que saltan entre continentes. Nosotros salimos pensando; “tenemos que volver”.

Probamos varios platos para compartir y cada uno de ellos nos encantó: el tartar de atún llega fresco y equilibrado; la papada con salsa cantonesa y pepino encurtido es un bocado mucho más ligero de lo que su nombre parece indicar, y el toque oriental lo convierte en un plato muy especial; el lomito ibérico saltado es sabroso y se acompaña con unas patatas fritas deliciosas; y la tarta de queso con mango, bien cremosa y ligera, cierra el festín como debe.

Taberna Albero Cuenca

Bares y tabernas, templos de la cocina popular (€)

Cuenca es ciudad de aperitivo y barra. Lo comprobamos un mediodía soleado pero frío, cuando salimos a callejear y todas las terrazas estaban a reventar. No hace falta buscar mucho para dar con un buen sitio donde sentarse, pero aquí van algunos que no fallan.

  • Taberna Albero
    Cocina sencilla pero honesta, trato cercano y ambiente de toda edad y condición. Probamos varias cosas para compartir (morteruelo, baos) y todo estaba bien hecho, sabroso y contundente. También cuentan con postres caseros como el popular salchichón de chocolate. Ojo con dos cositas: las raciones son enormes y no aceptan pago con tarjeta.
  • La Tasca del Arte
    Un referente del tapeo, ideal para comer en Cuenca sin complicarse. Por su gran variedad de vinos por copas, por sus tapas de Cuenca y de Andalucía y  por sus actuaciones en directo de artistas flamencos, se ha convertido en uno de los establecimientos más acogedores de la ciudad.
  • La Ponderosa
    Bar de cabecera para los que saben. Producto excelente, carta breve y bien medida. Solo una pega: no abre los fines de semana.

 

¿Sabes qué platos típicos debes pedir? Morteruelo, zarajos, ajo arriero, gazpacho pastor… deleítate con la rica despensa castellanomanchega en cualquiera de sus restaurantes y bares. Cuando pruebas un plato que sabe a casa, aunque no sea a la tuya, sabes que has encontrado algo que merece la pena recordar.

Además de comer, la zona te ofrece una infinidad de actividades para que no te aburras en ningún momento:

Free Tour por Cuenca

Visita guiada por la Ciudad Encantada

Tirolina de Cuenca

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