Tres tesoros para comer en el occidente asturiano
Los que vivimos habitualmente lejos del yugo materno, y vamos con demasiada prisa para elaboraciones pausadas, a menudo echamos de menos esos sabores reconfortantes, esa “cocina-cojín”, tan mullida y familiar.
Quizás estáis familiarizados con la figura de la guisandera, por si acaso os lo vamos a resumir: ellas han sido -y son- guardianas de la cocina más auténtica, de los sabores que nunca pasan de moda. Un tesoro asturiano que se encarga de alimentar mucho más que el estómago.
Las guisanderas ya practicaban, hace muchos años, la filosofía del “kilómetro cero” y el “slow food”, cocinando con lo que tenían más a mano, empleando en esta tarea todo el tiempo del mundo. Y en más de un caso, son las que están manteniendo vivo su territorio. Algunas flirtean con la vanguardia, otras se apegan con cariño a la tradición. En esta selección os acercaremos ejemplos de un caso y del otro. Sin importar la elección que tomen, ambas, a su manera y sin hacer mucho ruido (quizás ya va siendo hora de hacerlo), reflejan la esencia gastronómica de este Paraíso Natural.
Nuestra tercera recomendación en el occidente asturiano es una casa de comidas contemporánea en Cangas del Narcea cuyo reconocimiento se forjó, en primer lugar, gracias a una guisandera. Hoy son sus hijos los que mantienen su buen hacer, aunque han actualizado sus sabores para dar gusto hasta al paladar más sofisticado.
Dónde comer en el occidente asturiano:
Casa Lula (Tineo):
Mayte y Blanca, madre e hija, manejan este lugar como si llevaran haciéndolo toda la vida, porque de hecho, así es. Esta modesta casa de comidas está a punto de celebrar su centenario en 2025 y, a lo largo de estos años, cuatro generaciones de mujeres han pasado por sus fogones. ¿Las recetas? Las de siempre. ¿Los productos? Los de toda la vida.
En el ámbito de la cocina tradicional asturiana y, más concretamente, en lo que al pote de berzas se refiere, Casa Lula no tiene rival. Y estamos en Tineo, por lo que tampoco puedes marcharte sin probar el chosco, un embutido elaborado con cabecera de lomo y lengua de cerdo. Para aligerar la carga calórica, te recomendamos la merluza de pincho de Celeiro, que llega cada semana directamente desde la rula lucense.
Si puedes dejar un hueco para el postre, es posible que te encuentres degustando el mejor arroz con leche de tu vida.
¿Salir de la zona de confort? Con lo bien que se está aquí, ¿para qué molestarse?
El Crucero, 10, 33877 El Crucero, Asturias
Mesón El Centro (Puerto de Vega):
No es tan sencillo conquistar corazones a través del estómago, pero Mary sabe cómo hacerse querer. Esta guisandera contemporánea, llena de inquietud, curiosidad y perfeccionismo, imprime una fuerte imaginación en su cocina impregnada de tradición, recuerdos y «puñaos».
La especialidad de este mesón del occidente asturiano son los pescados y mariscos del Cantábrico. Su menú degustación, sin altisonancias y a un precio casi ridículo para la calidad que ofrece, es una demostración comestible del ingenio de esta cocinera, su amor por el producto y su humildad. Aunque, siendo sinceros, nosotros preferimos explorar la carta, pedir el pescado del día y algún abrebocas imprescindible, como su ensaladilla con gambas o su bomba de calamar.
A pesar de ser un modelo de discreción, llenan con facilidad, por lo que conviene reservar con antelación, especialmente durante la temporada de verano.
Pl. Cupido, 33790 Puerto de Vega, Asturias
Bar Blanco (Cangas del Narcea):
El Blanco es su barra de toda la vida, su suelo de losa hidráulica, su vermut torero y casero, su empanada a la hora del aperitivo y su inconfundible «Búpili» (una interjección canguesa que expresa la profunda satisfacción que se experimenta en lugares como este, donde la sensación de pertenencia se renueva con cada visita).
Pero el Blanco también es un pequeño rincón gastronómico donde comer y beber lo que da el paisaje (no olvidemos que estamos en la única zona vinícola de Asturias, así que tenéis que probar los vinos de Cangas). Los hermanos Pepe y Quique Ron, al frente de este maravilloso establecimiento, han aportado el toque creativo a las recetas de siempre de su madre, doña Engracia, guisandera que dio renombre a esta casa hace más de 50 años.
Así que, después de disfrutar en la barra, la experiencia se eleva al pasar comedor, que es el colmo de la finura. La carta nunca será la misma, ya que el menú se amolda a las estaciones. No hay problema, cada elección es un acierto. Mención honorífica a unos callos melosos, excelsos, que por suerte mantienen todo el año. Los postres también son una delicia, y si tienen helado de quesos asturianos, pedidlo.
El Blanco es mucho más que un simple bar; es un rincón arraigado en la vida de quienes lo frecuentan.
C. Mayor, 11, 33800 Cangas del Narcea, Asturias
¿Qué hay de postre?
Al ser esta tierra de llambiones, habría cientos de lugares de los que hablar, pero vamos a destacar dos pastelerías que reúnen todas las bondades para estar entre las mejores, y que pueden resumirse en solo una: mimo a espuertas.
Manín Panadería Artesama (Cangas del Narcea):
Alan García, hijo y nieto de panaderos, ha tenido las manos en la masa desde bien pequeñito. Creció, se fue a Francia, y regresó a Cangas para repartir felicidad a su gente en forma de los más deliciosos hojaldres, pasteles y panes. Cada creación es un reflejo de la dedicación y el cariño que pone todo el equipo en hacer las cosas bien. Al final, no hay más secreto que ese.
No te pierdas… Sus helados en verano y su Maninttonne en Navidad (disponibles en Le Llamber-Manín Sucre, junto a la panadería artesana)
C. Médico Rafael Fernández Uría, 4, 33800 Cangas del Narcea, Asturias
Pastelería Cabo Busto (Busto, Luarca):
Que Jhonatan González, desde una casita de cuento en un rincón de Asturias alejado del mundo urbano, haya tenido el valor de aventurarse en el mundo de la pastelería creativa con productos de la tierrina, es de aplaudir con ganas. En sus vitrinas también tienen algún dulce más tradicional como milhojas, tarta de almendras y polvorones en Navidad. Su oferta es caleidoscópica, cambia a menudo, permitiéndote zambullirte de lleno en su carta de temporada y disfrutar de nuevas sorpresas en cada visita.
No te pierdas… Sus tartitas de queso y su chocolate con leche artesano Or Noir Orbayu.
Busto, s/n, 33789 Luarca, Asturias
¿Cuáles son tus sitios de referencia para comer en el occidente asturiano?